VICTORIA comentó:
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GRACIAS CLAU !!!!
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Las doulas eran las siervas o esclavas griegas que se dedicaban al cuidado de las criaturas de las señoras de las clases altas, y siempre he tratado de avisar de la incongruencia de que un movimiento de apoyo a la maternidad reivindicara dicho nombre, en lugar del de 'comadre', propio del tejido social de las sociedades maternales. Reivindicar la doula es reivindicar la servidumbre de las castas inferiores a las castas superiores, y el tejido social de la esclavitud; no tiene nada que ver con la reivindicación de la verdadera maternidad ni el tejido social basado en el amor materno.
Casilda Rodrigañez Bustos
Y la Lic. Isabella Polito de Lares, re-significó el término y la función de la DOULA, de la forma siguiente (lo transcribo por que adhiero totalmente a los conceptos de Isabella, adaptados a la función actual de "esas mujeres" que acompañan a otras mujeres en su parto y aún más allá)
Consuelo Ruiz Vélez-Frías
¿EN QUÉ CONSISTE EL PARTO?
Es la fase más breve, fácil y segura de la reproducción y la única que; dado el caso; la mujer puede realizar completamente sola, aunque ello no sea deseable, no por la parte física, sino por la psicológica porque el parto provoca una emoción tal que es conveniente compartirla con una persona amada. El más indicado de todos, es el padre del bebé que es bueno que comparta su nacimiento. El parto es la etapa final, aquella en la que se recoge el fruto, es resultado de una larga espera, el momento en que se satisface una gran ilusión.
Físicamente el parto no es más un simple trabajo muscular. Las fibras longitudinales del útero “tiran” del cérvix hacia arriba, hacia el fondo del útero. Al contraerse, disminuyen su longitud, obligándolo a acortarse, a que se aplaste y desaparezca, absorbido por la parte inferior del útero.
Tras un descanso más o menos breve, las contracciones se dirigen siempre hacia arriba y van agrandando poco a poco el orificio cervical, a lo cual contribuye -también- la bolsa de las aguas, cuya elasticidad permite que se insinúe, metiéndose dentro del orificio, del cuello por pequeño que éste sea. A cada contracción, el útero se achata y se achica y el agua que no puede achicarse, lo que hace es tomar presión y expande la parte de la bolsa introducida en el orificio, con la fuerza hidraúlica; a la vez suave y potente; del líquido contenido en ella.
Cuando la dilatación alcanza un diámetro entre 8 y 10 centímetros, si el feto está en su debida posición, el primer diámetro que presentará a su salida será el bioccipital (unos 7 cm.) Si la mujer permanece en pie, el feto caerá en la vagina por su propio peso, lubricado por el vernix caseoso, destinado, precisamente a hacerle resbalar.
La vagina es de un tejido sumamente elástico y está separada del recto por un tabique muy delgado. La parturienta tiene la sensación de tener el recto excesivamente ocupado y su cerebro se persuade también de ello. A la salida del feto, el útero se retrae, las contracciones cesan y hay un período de descanso, como una recuperación de fuerzas preparándose para el alumbramiento, pero la mujer está muy molesta con aquel bulto empujando contra el tabique recto/vaginal y el cerebro decide dar la orden de vaciar el recto, por el mismo procedimiento que se vacía siempre; por la contracción de los músculos abdominales, que presionan de afuera a adentro obligando al feto a salir. Pero éste encuentra en su camino un obstáculo inesperado: por la parte posterior ha salido ya parte de la cabeza, desde la coronilla al cogote, pero por delante, la cara está aún dentro de la vagina. Las eminencias frontales se han quedado paradas contra el pubis materno. Para colmo de desdichas, el periné ha decidido convertirse en canal blando del parto e impide la salida del feto, colocándose, como si fuera un capuchón sobre la cabeza fetal. ¡Vaya un problema! En el hospital lo arreglan rápidamente, con un buen tijeretazo, pero merece la pena pararse a pensar ¿por qué se comportará el periné en el parto de un modo tan extravagante?
El organismo humano es una máquina perfecta. Todo vale para algo. Cada órgano, cada parte del cuerpo, tiene una misión útil y concreta. Ya se sabe que el periné es el suelo del abdomen y que ejerce un importante papel coadyuvando a sostener en su debida posición las vísceras abdominales. Pero por qué esa intrusión en el parto, como para no dejar salir al pobre feto, tratando de impedir o, por lo menos, retrasar su llegada a este mundo ??. Le di mucha vueltín en mi imaginación a este problema y de repente hallé, como por milagro, la solución:
La Naturaleza ha previsto que para el feto es un gran “choc” encontrarse, de pronto en un Mundo desconocido y, de momento adverso; por lo tanto ha encargado al periné la misión de que el feto salga despacito, poco a poco, suavemente. ¡Pobre periné! Se juega la vida por evitar que el feto sufra al nacer bruscamente. ¡A mí me daba pena ver como el periné se ponía pálido, transparente, casi como un cristal y tan frágil como si lo fuera!
A todas las comadronas de mi época, nos enseñaban a proteger el periné en la Escuela de Matronas. En las Maternidades; de las que entonces había varias muy buenas; lo aprendíamos unas matronas de otras. Discutíamos si la maniobra de Olshausen era mejor o peor que la clasica de Bumm.
Que el periné quedara intacto, como si la mujer no hubiera parido, era motivo de orgullo profesional para todas y cada una de nosotras. Protegíamos los perinés con suavidad y amor. Íbamos retirando, poco a poco nuestras manitas, mientras el periné se iba arrugando de nuevo y detrás de la frente surgían los ojos, la nariz, la boca y la barbilla del feto que salía NO como por arte de birlibirloque, sino gracias a que el feto sabía hacer, sin que nadie se lo hubiera enseñado, aquellos cuatro movimientos: de rotación interna, flexión, deflexión y rotación externa, que todas habíamos estudiado.
No sé si a mis colegas les pasaba lo que a mí, que me quedaba extasiada y maravillada al ver con cuánta precisión y limpieza los fetos ejecutaban esos movimientos como si no fuera la primera y única vez que nacían, ¡como si estuvieran acostumbrados a nacer, a respirar, a mamar! ¡¡Todo lo sabían hacer solos!!
Consuelo Ruiz Vélez-Frías
Mujer, madre, matrona, (fallecida en el año 2005) que nos ha dejado un legado de buen saber.
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A pesar de las contradicciones (vacuna sí, vacuna no) lo más importante es PREVENIR
Si el año pasado sobrevivimos a lo que parecía el Apocalipsis, este año -más que nunca- tendremos que reforzar nuestras conductas; responsablemente; para EVITAR LOS CONTAGIOS No está de más, recordar lo que debemos hacer. Recibí las siguientes recomendaciones por mail, le agregué un par de cosas y lo difundo desde acá.
Los únicos accesos de entrada al virus de la influenza H 1N1 son las fosas nasales, la boca y la garganta. Es casi imposible no contagiarse con H1N1, a pesar de todas las precauciones. El contacto con el virus no es tanto el problema, como su proliferación.
Mientras usted aún esté sano y no muestre ningún síntoma de H1N1, a fin de prevenir la proliferación, agravamiento de los síntomas y desarrollo de infecciones secundarias, siga estos simples pasos, que no destacan en las comunicaciones oficiales, y que se pueden poner en práctica, en lugar de enfocarse en cómo almacenar N95 o Tamiflú.
1. Lavarse las manos con frecuencia. Usar alcohol en gel en caso de no disponer agua o jabón.
2, Resista la tentación de tocarse la cara o cualquier parte de la cara, a menos que vaya a comer o bañarse.
3. Haga gárgaras dos veces al día con agua de sal tibia (use Listerine si no confía en la sal). H1N1 permanece en la garganta y en la cavidad nasal dos o tres días después del contagio, y luego muestra sus síntomas característicos. Simples gargarismos previenen su proliferación. Las gárgaras con agua de sal tienen el mismo efecto en un individuo sano que el Tamiflú en una persona infectada. No subestime este simple, baratísimo y poderoso método preventivo.
4. Limpie sus fosas nasales al menos una vez al día con agua de sal tibia- Sonarse fuerte una vez al día y limpiar la nariz con cotonetes humedecidos en el agua de sal tibia. Es muy efectivo y disminuye la población viral.
5 Refuerce su sistema inmunológico con alimentos ricos en vitamina C. Si toma un suplemento de vitamina C, cerciórese de que también contiene Zinc, que estimula su absorción.
6. Beba muchos líquidos tibios, te, café, etc, tanto como pueda. Beber líquidos tibios tiene el mismo efecto de las gárgaras, pero en sentido inverso (llevan los virus al estómago, en donde no pueden sobrevivir, proliferar o causar algún daño)
7. NO SE EXPONGA EN LUGARES CON MUCHA GENTE (cines, shoppings, transporte público en horas pico o viajes prolongados, lugares cerrados. etc) Si debe movilizar a su BB o a un niño pequeño en un cochecito, consiga un nylon cristal transparente y adáptelo a manera de carpa sobre el coche, para que su BB quede aislado de los demás. No concurra a Hospitales, Clínicas ni Sanatorios para consultas banales (es preferible llamar al médico a domicilio o consultar por teléfono)
8. Si estornuda, recuerde taparse la boca con la parte interna del antebrazo.
9. Evite tocar manijas o picaportes de puertas públicas, botones de ascensores o cualquier superficie de uso frecuente por muchas personas.
10. Use barbijo si está resfriado y cámbielo luego de 2 hs de uso continuo. Si desea tapar su boca y nariz para evitar contagio inadvertido, use una bufanda o pañuelo.
Atte
Dra GIMENEZ Cristina
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"... desde hace unas décadas y como una forma de oponerse a esta visión tecnológica de lo que, sostienen, es un proceso fisiológico, nació el movimiento de parto "respetado" o "natural". Se caracteriza por buscar que el nacimiento se desarrolle en la intimidad, en un ambiente familiar, y con la menor intervención de aquellos que lo atienden, respetando el reflejo de pulsión que se presenta en la mujer y que, si no se apura, permite la expulsión del bebe con naturalidad.
Los obstetras y parteras que asisten este tipo de nacimientos evitan el uso de medicamentos, tanto para provocar contracciones como para aliviar a la mamá. En su lugar, suele aconsejársele que se sumerja en agua tibia para ayudar la dilatación y disminuir los dolores de las contracciones.
Este concepto de "volver a lo simple" y de evitar los analgésicos durante el nacimiento fue introducido hace más de 40 años por un cirujano de emergencias francés, Michel Odent.... "